El presidente Gustavo Petro cuestionó públicamente la decisión del Tribunal Superior de Bogotá de dejar en libertad al expresidente Álvaro Uribe Vélez. En medio de un consejo de ministros en la Casa de Nariño, el mandatario comparó la situación de Uribe con la de la influencer Daneidy Barrera, conocida como Epa Colombia, quien se encuentra detenida.
Petro, dirigiéndose al ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, expresó su desconcierto: “No entiendo cómo Uribe está libre y Epa presa, eso es justicia o es la venganza del macho”. Con esta declaración, el presidente reabrió el debate sobre la independencia de la justicia y el trato diferenciado que reciben las figuras públicas en el país.
El fallo del tribunal, que dejó sin efecto la orden de captura emitida el 1 de agosto contra Uribe, se basó en la consideración de que la medida de detención carecía de criterios de necesidad, proporcionalidad y razonabilidad. La decisión amparó el derecho fundamental a la libertad del exmandatario, argumentando que los motivos para su detención eran "genéricos, ambiguos y no probados".
Las reacciones políticas no se hicieron esperar. El partido Centro Democrático celebró la decisión en sus redes sociales, afirmando que el tribunal había "reconocido los derechos fundamentales del expresidente". La senadora María Fernanda Cabal también se pronunció, destacando que el fallo representa "una señal de justicia, respeto por la presunción de inocencia y el debido proceso". En contraste, el senador Iván Cepeda, quien figura como víctima en el caso, manifestó su desacuerdo, señalando que respeta la decisión, pero no la comparte.
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